Si bien, en lo específico, la actividad cerebral se aplica a
cualquier tipo de aprendizaje, voy a dividir esta nota en una primera parte
teórica donde brevemente explicaré en lenguaje simple cómo funciona el cerebro
en el aprendizaje y una segunda parte en la que propondré un sistema de
transmisión del conocimiento para el uso de entrenadores.
¿COMO APRENDEMOS?
En el proceso de aprendizaje motor se activa el área motora
del encéfalo, éste controla todas las funciones del ser humano. El encéfalo está compuesto por el cerebro, el cerebelo y el
tronco encefálico.
·
El cerebro controla los
movimientos voluntarios, el habla, la inteligencia, la memoria, las emociones y
procesa la información que recibe a través de los sentidos.
·
El cerebelo es la parte más
grande del encéfalo después del cerebro. Se sitúa en la parte posterior e
inferior del cráneo. La función principal del cerebelo es la de integrar
vías motoras y sensitivas. Tiene funciones relacionadas con el
tono muscular, la postura, el equilibrio y la coordinación automática de los
movimientos voluntarios, el habla y la memoria.
·
El tronco del encéfalo transmite
señales entre el cerebro y la médula espinal y maneja las funciones
involuntarias básicas. El tronco del encéfalo conecta la médula espinal con los
centros superiores del encéfalo.
Cualquier información externa al ser humano -o a cualquier
animal- ingresa por un receptor sensorial (receptores para la presión,
vibración, elongación, tensión, temperatura, etc.) y además por los órganos de los sentidos
(vista, olfato, gusto, tacto, audición)- y viaja por una intrincadísima red
nerviosa hasta áreas específicas para cada modalidad sensorial. Los estímulos aferentes
son conducidos por neuronas sensitivas, desde la periferia hacia el sistema
nervioso central. Posteriormente, luego de la integración sensorial, las neuronas motoras
(eferentes) conducen impulsos desde el sistema nervioso central hacia la
periferia.
Este proceso se produce en milisegundos, aunque la respuesta
no necesariamente sea inmediata. Muchas interacciones entre neuronas (sinapsis),
son inhibitorias, por lo cual el movimiento con un objetivo no se manifiesta
como estímulo-respuesta inmediata.
La pregunta es ¿cuándo resulta adecuado responder? El
estímulo aferente es comparado con nuestro conocimiento (nuestra experiencia),
eso marca el tipo de respuesta y el tiempo para emitirla.
Si lo analizamos desde el aprendizaje deportivo (aunque pueda
ser aplicado a toda la actividad humana), aquí aparecen las praxias que, si bien normalmente son utilizadas para
otros fines, sirven para ilustrar nuestro concepto y que podrían definirse como
“la habilidad o capacidad para poner en marcha programas motores de manera
voluntaria, normalmente, aprendidos”. Es una función cognitiva que pudiera
conducir los movimientos -en este caso- previamente aprehendidos del cuerpo del
jugador tendientes a un objetivo.
Aquí cabe destacar el papel de las
engramas que podrían ser definidas como el patrón motor memorizado que se
emplea para realizar un movimiento o destreza, el cual se almacena en el área
motora del encéfalo. Los engramas son una forma de conexión neuronal estable,
que se establecen en la memoria, pueden ser mediante la actuación consciente o
inconsciente.
A nivel celular, el axón de la
neurona presináptica -la que emite el estímulo- genera la excitación de la
neurona postsináptica -ésta estimula a las células o fibras musculares para
generar el movimiento- de manera repetida, lo que a la larga produce un cambio
en ambas, de tal forma que se mejora la eficiencia de su intercomunicación. La
repetición del movimiento refuerza y optimiza la comunicación sináptica hasta
que lo internaliza, ya no hay que pensar en su secuencia. Otras estructuras
subcorticales (núcleos de la base del cerebro, cerebelo, etc.) toman el mando y
conducen la secuencia del movimiento, con menor gasto energético y mayor
eficiencia temporal.
Resultan fundamentales a la hora de
permitir el almacenaje de la memoria, siendo pues la base biológica sobre la
que se sustenta por ejemplo la repetición de determinadas conductas o maneras
de reaccionar ante situaciones definidas. Los engramas nos hacen sensibles a estimulaciones
concretas y facilitan que reaccionemos a ellas de maneras previamente
aprendidas.
Pero para que se entienda mejor, es
el trabajo de entrenamiento que hacemos el que logra que nuestro cuerpo aprenda
un movimiento o destreza. Es así que lo internalizamos, lo hacemos natural, sin
pensar en cuáles son las secuencias para lograrlo.
Si bien inicialmente la Neurociencia
atendió sólo al control motor, por ser directamente observable, los trabajos
más modernos los disgregan en distintos componentes: no motores como cognitivo,
psicoafectivo (emoción, motivación, etc.) y otro puramente motor. El cognitivo,
incluye aspectos internos y no observables de la acción, por ejemplo, la
intención de actuar, la planificación, toma de decisiones, etc.; diferentes
etapas que componen el acto motor. Por otra parte, el motor se construye con la
implementación de la acción motora en los músculos, como por ejemplo la
precisión del movimiento, la fuerza con la que se ejecuta, etc. aunque estos
dos factores colaboran para alcanzar una meta común, a su vez son
independientes, modulados por distintas regiones cerebrales.
Para resumir el mecanismo de aprendizaje funciona del siguiente
modo:
1. Sensación:
alguno de nuestros receptores sensoriales recibe
e integra los estímulos.
2. Este impulso es transportado por una neurona aferente
hacia el sistema nervioso central.
3. Allí nuestro cerebro,
a partir de la experiencia, los identifican y los transforman en una
percepción, que implica la toma de conocimiento consciente, por parte de la
corteza cerebral, de los estímulos integrados que recibe. Esta identificación
comienza a elaborar una respuesta que estará condicionada por nuestro
temperamento, nuestro carácter y nuestra cultura.
4. En caso de una actividad física, las neuronas eferentes conducen nuestra respuesta hacia la periferia y modulan la
actividad muscular, estimulando en algunos casos (músculos agonistas),
inhibiendo en otros (músculos antagonistas), regulando el tono muscular y la
velocidad y la fluidez de la secuencia motora.
5. Si bien este proceso se realiza en milisegundos, la respuesta no necesariamente debe
ser inmediata, parte de la respuesta involucra la elección de los distintos
componentes del movimiento (inicio, duración, velocidad, fluidez, etc.) para
producir la respuesta motora adecuada.
6. Luego la repetición y corrección de defectos de este estímulo
va generando un recuerdo firme en nuestra memoria motriz, hasta que ese
estímulo –el movimiento en el caso de un jugador- se transforma en algo “inconsciente”,
modulado por estructuras subcorticales. En realidad, no es inconsciente, sino
que lo tenemos muy presente en nuestra memoria motriz y sólo el mantenimiento
en presencia de este estímulo lo hará “inconsciente”. Porque lo que no se
entrena, se pierde.
7. ¿Qué sentido tiene esta descripción de la secuencia del
aprendizaje? Básicamente, la comprensión de cómo se debe construir la
transmisión del conocimiento para optimizar la performance de nuestros
jugadores y equipos.
En breve compartiremos una segunda parte del presente escrito.
Autor: Jorge Piñeiro
Contacto e inquietudes al mail: nohablemosderugby9@gmail.com
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