CARTA DE UN RUGBIER

El rugby, tal como fue creado, es un deporte de contacto pero, al mismo tiempo y sin saberlo los divulgadores, (ya que el juego deviene del Harpastum y el Phainindia romano y griego respectivamente) se han convertido en objeto de culto y con mucha razón. Ya no se trata sólo de cumplir las reglas escritas y que fueron variando con los años, que te fuerzan a un esfuerzo físico importante y a mantener dentro de un límite la batalla de los cuerpos, sino de otras reglas no escritas que han obrado de educadoras de los miles y miles de jugadores a lo largo y ancho del mundo.

Hoy el Viejo Juego sigue mutando y creciendo sin cambiar su esencia. Y la tecnología nos permite estar cerca, todos juntos para crear un deporte mejor, integrado y más seguro.

Hace años, cuando fui llamado a ser parte del rugby, no teníamos forma de aprender que no fuera de la boca de los maestros del juego. He visto el famoso try de los Barbarians a los All Blacks en película de super 8, que pasaban en los clubes. Hoy todo eso ha cambiado, y con los cambios, viene esa “obligación” moral de ser mejores maestros para lograr mejores alumnos.

Avanzar, ser mejores, investigar, poner lo mejor de nosotros y trabajar en equipo es parte de lo que siempre nos pidió el rugby. Y como región enfrentamos la posibilidad de lograrlo, haciéndolo juntos.

Este Grupo de Estudios es un bastión del mejoramiento regional de un viejo deporte que se mantiene joven gracias a todos los que aportan su granito de arena para que tantos jóvenes aprendan rugby y sean mejores personas para la sociedad.

Autor: Marcelo Mariosa, La Pluma del Ruck. Julio de 2020.

Escritor, hombre de rugby. Autor de varios escritos, entre ellos After XV y el libro “Pequeños cuentos e historias de gente de rugby”.

Grupo de Estudios sobre Rugby en América

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